¿Qué haremos allí?, una pregunta frecuente

¿Qué haremos allí?, es una pregunta frecuente, también suena como: ¿Tienes el programa completo de actividades?

Es lógico que queráis saber qué haremos en el campamento. Cuando estamos buscando una actividad para disfrutar de las vacaciones queramos saber el programa, cómo van a transcurrir los días, si me apetece tal o cual actividad. Y sin embargo, nos gustaría proponerte un planteamiento diferente, y luego, si sigues necesitando el programa no pasa nada, tenemos programa 😉

Hay varias condiciones a partir de las que creamos cualquier programa en nuestros campamentos: 

  • SOLTAR EL PERSONAJE

Cuando llegues a un campamento Embosqadas: no importa quién eres, a qué te dedicas, no importa tu edad, tu estado civil o dónde vives. Te invitamos a dejar apartado durante unos días tu personaje, para que puedas disfrutar de una experiencia donde no hay expectativas sobre lo que deberías o no deberías hacer o cómo deberías ser. 

  • PROBAR COSAS NUEVAS

Que las propuestas sean variadas. La idea es que puedas probar cosas diferentes a lo que haces en tu día a día, y que observes qué es lo que puedes disfrutar y qué no, y no pasa nada, porque si algo no te apetece, no lo haces y ya está.  Es por eso que el programa es muy variado, porque no sabemos qué es lo que cada uno está acostumbrado a hacer. Incluso puede que te sorprendas a ti mismo, disfrutando cosas que no sabías que te gustaban. 

  • SENTIRNOS SEGUROS

Buscamos un entorno donde cada participante pueda sentirse seguro. Y más allá de nuestra percepción racional de seguridad, necesitamos que nuestro sistema nervioso esté tranquilo. Es la manera en la que el grupo puede co-regularse y permitir que fluya la alegría. No venimos a retarnos, ni a superarnos, ni a ponernos en riesgo, venimos a entrenar cómo se siente cuando está todo ok.

  • INVITAR AL NIÑO QUE LLEVAMOS DENTRO

Ese al que le gusta jugar y hacer amigos, que tiene curiosidad por todo, y se deja sorprender, que sabe maravillarse, y reír a carcajadas. Encuéntralo donde quiera que esté y tráelo contigo. porque a veces olvidamos que a los adultos también nos gusta jugar. Jugar es la manera natural en la que los humanos aprendemos, si una vez adultos no nos desconectamos del juego, es más facil que nunca dejemos de aprender. 

  • CONEXIÓN CON LA NATURALEZA

Durante los campamentos queremos tener una inmersión profunda en la Naturaleza, que nos permita recordar desde nuestra biología quienes somos y cuales son nuestros poderes. La naturaleza nos sienta bien, mucha ciencia ya lo avala: regula nuestro sistema nervioso, nos relaja, aumenta las defensas, equilibra la tensión, aviva la creatividad y el buen humor. Todos nosotros lo hemos experimentado muchas veces, ¿quién no ha escuchado eso de que “en el campo la comida sabe mejor”?.

Es el medio que reconocemos como el entorno en el que nos hemos desarrollado como especie a lo largo de miles de años, y sin embargo nos hemos distanciando cada vez más, y estamos viviendo en entornos artificiales, donde casi nada de lo que nos rodea está vivo. 

Somos muchos los humanos del siglo XXI en las sociedades industrializadas que nos vemos atrapados por episodios de estrés, ansiedad o depresión, y no es que nos pase nada raro, es que las condiciones de vida que nos hemos buscado no son las más fáciles para nuestra biología. 

Las herramientas de que dispone nuestro sistema nervioso no funcionan bien con los estímulos que nos presentan las ciudades y los entornos laborales. Y ya que es difícil encontrar entornos más amables, algo que sí podemos hacer es acudir a regularnos de vez en cuando. Y eso es lo que te ofrece Embosqadas. 

  • VIVIR EL MOMENTO

En el momento presente está la posibilidad de disfrutar y exprimir la experiencia para que sea transformadora. Olvidarnos por unos días de redes sociales, de tareas pendientes, de lo que pasó ayer o lo que sucederá mañana. Conectar con nuestras sensaciones y disfrutar de cada rato de juegos, de risas, o de brisa marina.

Por eso, cuando nos preguntáis por el programa, no puedo evitar pensar que en realidad el programa no es lo que importa. Sin duda es la parte que nos corresponde y lo preparamos con mimo. Lo renovamos cada año, y nos exige imaginación, creatividad, y formación continua en muy diversas habilidades. Pero sabemos que aquello que hace la magia, lo que consigue que el grupo fluya, se cohesione y disfrute, es mayormente trabajo de la Naturaleza y de nuestro sistema nervioso cuando siente que ha regresado a casa.

Así que si estás buscando un extra de energía, o soltar presión, o ilusionarte de nuevo con la vida, es posible que no necesitas un diagnóstico, ni una terapia, sino una experiencia Embosqada. Porque no hay nada malo en ti que haya que cambiar, eres un ser humano perfecto tal y como eres, y en un entorno cuidado y amigable simplemente sabrás brillar. Con todo la energía que un ser humano vinculado a su naturaleza y a un grupo puede hacer emerger.

Y si aún necesitas saber exactamente qué haremos allí, no pasa nada, pídenos el programa y te lo enviaremos 😉

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